Todos los perros durante la Navidad sufren la tentación de destruir el árbol, esto sucede porque este elemento decoración contiene muchos adornos pequeños y con movimiento qué pueden ser muy llamativos para tu mascota. Además, la textura de las ramas del árbol puede ser muy agradable para el perro al masticarlas. Sabemos que esto puede representar un gran dolor de cabeza para ti todos los años durante la época decembrina, pero esta vez queremos ayudarte a que tu experiencia sea diferente y puedas resolver esta situación de una forma más efectiva para seguir manteniendo una buena relación con tu mascota durante la Navidad.
Problemas que suelen surgir con el árbol de navidad y los perros
Que tu perro destruya el árbol de navidad no solo es un gran desastre para tu hogar que luego tú tendrás que reparar, sino que también es un gran riesgo para la mascota que puede sufrir accidentes graves como perforarse el intestino con una de las ramas.
También es posible que el perro pueda intentar ingerir alguna parte del árbol y sufrir intoxicación, en especial si se trata de esos adornos qué son aromáticos. Esto también puede llegar a ocurrir cuando el árbol es natural, pues sus ramas segregan una sustancia qué es tóxica para muchos animales.
Además, la ubicación del árbol también puede representar un riesgo para la mascota porque si no está colocado fijamente en el suelo, existe la posibilidad de que se caiga cuando el perro intenté jugar con él. Si se trata de un árbol grande y natural, que por lo general son muy pesados, podría causar daños serios en el perro.
¿Cómo evitar que el perro muerda el árbol de navidad?
1. Haz caer las hojas sueltas:
Cuando lleves por primera vez el árbol de navidad a tu casa, debes abrirlo y agitarlo para que se caigan todas las hojas y recogerlas. Debes deshacerte de las hojas y cada vez que se vayan cayendo en el transcurso de la Navidad debes recogerlas para que ninguna termine en el suelo.
2. Revisa el tronco:
Asegúrate de que el tronco del árbol no tenga residuos de la sustancia viscosa que segrega. Si encuentras algo solo debes limpiarlo con abundante agua.
3. Cubre la maceta del árbol de navidad:
Debes cubrir muy bien esa área del árbol de navidad, porque por lo general en la maceta se encuentran pesticidas qué son dañinos para tu mascota. Si en algún momento vas a regar el árbol debes vigilar a tu perro para que no beba agua de allí.
4. Asegúrate de que tu perro no tenga acceso al árbol:
Puedes utilizar una valla para bebé o cualquier tipo de obstáculo para evitar que se acerque al árbol de navidad. También tendrás que vigilarlo constantemente para poder utilizar el comando NO cada vez que intente hacer algo con el árbol.
Otras cosas que debes saber sobre el árbol de navidad y los perros
Para que puedas evitar cualquier riesgo de accidente o intoxicación con tu perro puedes seguir estos consejos:
✅ Investiga sobre los adornos de Navidad que no son peligrosos para mascotas. Existen muchos que no son filosos, qué no contienen aromas y están fabricados en materiales que no son capaces de causar daño en la boca del perro
✅ Coloca una campanilla o un cascabel en el árbol para que puedas escuchar cada vez que el perro se acerque y así puedas utilizar el comando NO, así lo recomienda Álvaro Osorio, dentro de su famoso curso de adiestramiento Educanino.
✅ Puedes usar cinta adhesiva para colocar en el piso, creando una especie de barrera alrededor del árbol. La cinta debe ser de doble cara para que el perro no quiera caminar por esa zona, ya que esas sensaciones son molestas para ellos.
✅ Es una buena idea comprar un árbol de navidad mediano o pequeño para evitar accidentes graves.
✅ Cubre los cables con tubos de plástico que están diseñados para ese fin y así podrás evitar que el perro pueda morderlos.
✅Desarrolla su obediencia con un curso online de adiestramiento canino para que puedas controlar su comprotamiento.
Si pones en práctica estos consejos tendrás una navidad más feliz y relajada, porque podrás mantener a tu perro lejos de tu hermoso árbol de navidad y dejar de sufrir por el mismo estrés por el que atraviesas cada año al ver tu árbol destrozado.