El perro ratón de Praga es conocido en muchos países por otros nombres como el Ratonero de Praga o Prazsky Krysarik. Muchas personas eligen a esta raza como mascota por su pequeño tamaño, ya que aún en la adultez no supera los 3.5 kg. Pero este peludito es mucho más qué una mini compañía. Es un animal qué tiene su propia historia y cuenta con una serie de características que lo hacen muy especial, todos estos detalles debes conocerlos antes de tomar cualquier decisión de adopción y eso es justo lo que te mostraremos en este post.
¿Cómo es físicamente el ratón de Praga?
Se trata de un perro de tamaño toy o mini, es decir, que es muy pequeño. Cuándo llega a la adultez puede medir entre 20 y 23 cm a la cruz. Su peso es de entre 1.5 y 3.5 kg. Físicamente, es muy parecido al Pinscher y por eso muchas personas confunden hasta dos perros, pero sorpresivamente estás mascotas no están emparentadas.
Los colores del pelo suelen ser negro y fuego, pero hay otros tonos que son aceptados como el chocolate, el azul y el merle. Si eres una persona que detesta tener que lidiar con el pelo suelto de las mascotas, esta raza te encantará, porque casi no suelta pelo.
La esperanza de vida de este perro es de entre 12 y 14 años, lo cual es bastante. Tienen patas delgadas, gracias a lo cual tiene gran agilidad y velocidad. A pesar de ser fino y delgado, es fuerte y bien proporcionado. Tiene unos ojos oscuros, con una mirada expresiva y penetrante, sus orejas son triangulares y puntiagudas.
Personalidad del ratón de Praga
Es un perro que te sorprenderá con su personalidad tan activa y vivaz. Tiene mucha energía y por eso le encantan los juegos. A pesar de su tamaño, tiene un imponente carácter y se muestra muy valiente. Estos perros crean vínculos muy especiales con los humanos y eso se debe a que son amigables y sociables.
Le gusta recibir adiestramiento porque es un perro inteligente, capaz de aprender una gran variedad de órdenes y trucos. Es muy cariñoso y apegado a sus dueños, se lleva bien con personas de todas las edades, incluyendo a los niños. Pero siempre es importante educar a los pequeños del hogar acerca de cómo deben tratar a la mascota, porque este perro por su tamaño puede ser muy frágil ante los juegos bruscos.
¿De dónde proviene el ratón de Praga?
Siempre es bueno conocer la historia de nuestras mascotas, ya que esa es una buena forma de comprender sus conductas y manera de ver la vida.
La historia de este perrito empieza en la Edad Media en los palacios reales de Europa, específicamente en Bohemia de República Checa. Allí era una raza muy valorada, qué siempre estaba presente en las fiestas aristocráticas. Varios reyes y príncipes tenían a un ratón de Praga como mascota, pues ese animal se había convertido en un símbolo de estatus social.
Era tan grande la devoción hacia esta raza qué el príncipe Vladislav II, en muchas ocasiones ofreció a este perro como un regalo a personas de cargos importantes. Pero, con el pasar de los años, este perro fue perdiendo popularidad, en especial con la llegada de la miseria que enfrentó Centro Europa después de las guerras.
La situación llegó hasta el punto en el que este perro era rechazado en las exposiciones por considerarse demasiado pequeño. Así transcurrieron los años y misteriosamente la raza sobrevivió hasta que llegó el año 1980, en dónde después de tanta presión por parte de los fanáticos de la raza, la popularidad y el valor hacia el ratón de Praga revive, por lo que hoy podemos disfrutar de esta preciosa mascota.
Cuidados necesarios para el ratón de Praga
Este perro requiere de cuidados básicos para poder tener un buen estilo de vida, con un baño mensual será más que suficiente para protegerse de las enfermedades de piel y parásitos externos. Es recomendable realizar un cepillado muy suave una vez a la semana para desprender el pelo muerto y sacudir la suciedad del pelo. Se le debe proporcionar al perro un desparasitante para que pueda liberarse de los parásitos internos y externos.
En época de frío se debe abrigar porque es un perro que suele temblar mucho. Para la alimentación de esta mascota se recomienda un pienso de buena calidad, el cual contenga todos los nutrientes necesarios para su buen desarrollo. Los paseos son muy importantes para que la mascota pueda descargar su energía. Asimismo, el perro necesita juguetes para que pueda recibir estimulación mental y liberar su carácter tan activo.
La educación canina en ratón de Praga
Para empezar con la educación del ratón de Praga es importante hacerlo con un buen proceso de socialización en su etapa de cachorro después de que haya recibido sus vacunas. Esto es algo muy importante para que la mascota pueda relacionarse con otros animales y personas desconocidas. Asimismo, la socialización le ayudará a no tenerle miedo a los vehículos u objetos que tengan movimientos rápidos. La idea es que se familiaricen con diferentes entornos y seres vivos para evitar la mayor cantidad de miedos y problemas posibles.
Cuando la etapa de socialización esté lista se debe empezar con un curso de adiestramiento canino, el cual debe basarse en el refuerzo positivo. Lo más importante es que el perro pueda dominar comandos básicos que le permitan al dueño controlar su comportamiento, como venir, sentarse o quedarse quieto. Desarrollar la obediencia del ratón de Praga es vital para que pueda existir una relación de confianza y mejor comunicación entre la mascota y su propietario.
No se debe exagerar con el adiestramiento canino, pues con solo 10 o 15 minutos de repeticiones de algún ejercicio, será suficiente para que la mascota pueda aprender nuevos comandos en poco tiempo.
Algunas enfermedades relacionadas con la raza ratón de Praga
Este perro no es muy enfermizo y eso se puede apreciar en su larga esperanza de vida entre 12 y 14 años. Pero como la salud siempre puede variar en cualquier perro y raza y es algo que depende mucho de los cuidados que recibe el animal, hay algunas enfermedades que aparecen comúnmente en los ratones de Praga.
Las afecciones más comunes en estas mascotas son las roturas de huesos o luxación de rótula. También pueden aparecer problemas con sus dientes de leche en su etapa de desarrollo. En algunos casos los ratones de Praga no pueden levantar las orejas, pero es un problema que suele solucionarse sólo.