Cómo controlar la agresividad de mi perro

Si tienes un perro agresivo en casa ya debes saber que lidiar con su comportamiento puede ser un verdadero reto en algunos momentos. La situación puede llegar a convertirse en un tremendo dolor de cabeza, ya que no eres capaz de confiar en tu mascota cuando hay personas extrañas, otros animales o niños. Vivir con un perro con una conducta violenta es de las peores cosas que le puede suceder a una persona que ama a su mascota. Si te sientes identificado con esto, será de gran ayuda para ti leer las recomendaciones que te daremos en esta publicación.

Acciones de un perro agresivo

Los perros agresivos se pueden identificar por sus acciones, ya que tienen varios comportamientos violentos que son casi imposibles de sobrellevar. Si tu perro repite alguna de las siguientes conductas, sin duda tienes una mascota muy agresiva.

Agresividad hacia personas extrañas.

Agresividad hacia algunos miembros de la familia.

Comportamiento muy territorial.

Protección de cosas como alimentos y juguetes.

Agresividad hacia otros animales. Tanto dentro como fuera del hogar.

Cómo controlar la agresividad de mi perro

¿Por qué un perro puede ser agresivo?

Son varios los factores que pueden llevar a un perro a tener un comportamiento agresivo y difícil de tolerar. Tienes que entender que un perro no se vuelve agresivo de la noche a la mañana, pues esta conducta deriva de sentimientos negativos y de una mala gestión del miedo; esos errores refuerzan la agresividad de la mascota a lo largo de su vida. En este sentido, casi siempre un perro agresivo no es más que un animal inseguro que no sabe cómo lidiar con esas emociones. A continuación las causas más comunes de este problema.

Falta de una correcta socialización.

Un adiestramiento deficiente.

Un estilo de vida donde no son cubiertas sus necesidades físicas y emocionales.

Traumas del pasado.

Dicho esto, es fácil entender que un perro no es agresivo porque tenga sentimientos malos hacia las personas y animales que lo rodean, pues solo actúa de forma violenta como una manera de autodefenderse, proteger sus cosas o a sus dueños.

Entonces, ¿cómo controlar la agresividad de mi perro?

En el punto anterior te enseñamos cuáles pueden ser los desencadenantes de la agresividad en tu perro. Debes reflexionar en ellos y encontrar el motivo de esa conducta violenta en tu mascota para poder trabajar en eso.

1. Entrena a tu perro:

Esto puedes hacerlo con ayuda de un adiestrador canino profesional o también puedes acudir al curso virtual Educanino que te ayudará a poder realizar este proceso por tu propia cuenta, utilizando las técnicas correctas. Lo que debes lograr es que tu perro pueda obedecer órdenes básicas que te permitan controlar su comportamiento, como quieto, sentado, echado, girar, buscar la pelota, etc.

2. Usa un bozal:

Colócale un bozal a tu perro si ves que su comportamiento es tan agresivo que puede llegar a ignorar tus órdenes. Esta será una medida temporal de seguridad mientras aprende a gestionar sus emociones. Es importante que enseñes a tu perro a usar este accesorio sin sentir molestia y para ello te recomendamos seguir las instrucciones que te damos en este artículo → Cómo acostumbrar a un perro al bozal.

3. Desensibilizar al perro de los desencadenantes:

Para este paso necesitarás de la ayuda de un adiestrador, quien creará situaciones en las que el perro normalmente reacciona con agresividad y lo enseñará a tener modos de actuación alternativos. Para esta tarea se debe usar el refuerzo positivo, qué se trata de dar recompensas después de un buen comportamiento. Con esas acciones se le indica al perro la manera en como debe actuar.

¿Hay razas de perros agresivos?

Algunas grasas tienen por naturaleza un instinto más fuerte a ser protectores y cuentan con una tolerancia a situaciones incómodas más baja. Sin embargo los perros no nacen siendo agresivos, cuando un perro muerde o es violento es porque existe un motivo. Sin importar la raza del perro la raíz de la agresividad no se encuentra en sus genes, sino en problemas de socialización, mala gestión de la frustración, ansiedad, miedos, excitación excesiva, etc.

Con esta información ya estás listo para comenzar a trabajar en la agresividad de tu perro y ayudarlo a ser una mejor mascota para ti y toda tu familia. Sabemos que amas a tu peludo y no quieres tirar la toalla con él, por eso te animamos a tener mucha paciencia y a utilizar las medidas correctas para comenzar a corregir su comportamiento. Si sientes que la situación se te escapa de las manos, puedes buscar apoyo en un adiestrador canino o etólogo, que te puedan brindar soluciones especialmente diseñadas para el caso de tu perro.